La joya
No hace mucho, un anciano sabio hablaba con una estudiante. El anciano era un maestro. Este no era una estudiante ordinaria ni un maestro ordinario. Durante muchos años, el anciano sabio había estado brindando orientación, tutoría y consejos a su alumna. Un día, el maestro le informó a su alumna que se iba a un país lejano y que no regresaría por más de un año. Nunca se despidieron, siempre dijeron que se verían más tarde. Se mantuvieron en contacto todos los días. La estudiante trató de sostener el ánimo del maestro ya que estaba constantemente rodeado por el caos y el peligro.
Finalmente, el maestro regresó sano y salvo. Estaba agradecido de que la estudiante se tomara de su tiempo todos los días para mantenerse en contacto y ayudarlo a mantenerse centrado mientras estaba en un ambiente dificil. El profesor en agradecimiento quiso relatarle una historia a ella.